Biodiesel, futuro del girasol Andalucía lidera el aprovechamiento energético de residuos agrícolas. El biodiesel es todo aquel combustible líquido obtenido a partir de productos agrícolas generación de energía mediante el aprovechamiento de productos naturales o de residuos (biomasa) Andalucía ocupa la primera posición en España en consumo de de biomasa
Los desechos del sector oleícola son la principal fuente para fabricar biomasa La generación de energía mediante el aprovechamiento de productos naturales o de residuos (biomasa) es una de las industrias del futuro y, según los datos de la Junta, Andalucía ya se ha colocado a la cabeza de las comunidades españolas en consumo. De momento, es el sector oleícola el que mejor esta aprovechando esta posibilidad de generar energía limpia, que en casos como el de la cooperativa cordobesa El Tejar, podrá generar, a finales del año 2002, energía suficiente para abastecer el consumo doméstico de una ciudad de 200.000 habitantes. El biodiesel es todo aquel combustible líquido obtenido a partir de productos agrícolas, en este caso, como el del girasol, productos con gran contenido en aceite, que son utilizados como sustitutos del gasóleo. Con las actuales tecnologías, y según datos de la Consejería de Agricultura, para la producción de 1.005 kilos de biodiesel, son necesarios 110 kilos de metanol, 15 de catalizador y mil de aceite, además de 4,29 metros cúbicos de agua. Este procedimiento permite además la obtención de cien kilos de glicerina como subproducto. Estos datos indican que el balance energético de este procedimiento es positivo. Según los datos que maneja la Consejería de Desarrollo Tecnológico, Andalucía ocupa la primera posición en España en consumo de de biomasa, es decir, energía procedente de la transformación de materia orgánica. A finales de 1999 el consumo de biomasa en nuestra comunidad ascendió a 787.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep). Esta es una fuente de energía renovable y limpia que además contribuye a la conservación del medio ambiente gracias al reciclado de productos de desecho como los que origina la industria oleícola. No obstante, se encuentra aún en una fase escasamente avanzada, aunque son varios los proyectos que se quieren poner en marcha para ampliar el peso de la biomasa en el global de consumo energético de la comunidad. El director general de Industria, Jesús Nieto, adelantó que existe un proyecto para crear una empresa pública, en la que participen varias consejerías, con el objeto de fomentar al máximo la producción de esta energía. El sector oleícola es actualmente el más implicado en la generación de biomasa, ya que se plantea como una fórmula ecológica de eliminación de todos los residuos procedentes de la transformación de la aceituna. En cuanto al uso final de la energía, el 81% se destina a usos térmicos, sobre todo calefacción en el sector doméstico, calderas y secaderos de la industria agroalimentaria o del subsector de productos minerales no metálicos.
En cuanto al consumo de biomasa para generar electricidad, en 1999 alcanzó las 148 toneladas equivalentes de petróleo. En este apartado son varias las instalaciones que trabajan, aunque destaca la experiencia que lleva a cabo la cooperativa cordobesa El Tejar y la planta de cogeneración de la Empresa Nacional de Celulosa en Huelva. En este último caso se utiliza corteza de eucalipto y lejías negras con apoyo de gas natural para generar 27 megawatios de electricidad, lo que supone energía suficiente para el consumo doméstico de una población de unas 75.000 personas. La cooperativa Nuestra Señora de Araceli, de El Tejar, en la provincia de Córdoba, es una de las empresas que ha apostado con mayor fuerza por la biomasa en Andalucía, y en 2002 prevén producir unos 73 megawatios de energía, lo que podría dar servicio doméstico a una poblaciión de casi 200.000 personas. Actualmente, esta cooperativa cuenta con dos planta de generación de electricidad en Palenciana, aunque están en fase de construcción otras tres nuevas plantas, en Algodonales (Cádiz) y en las localidades cordobesas de Baena y Pedro Abad. Según Salvador Osorio, director industrial de Oleícola en Tejar, la empresa se dedica a recibir y tratar los residuos de la industria del aceite de oliva. Han acuñado el término de alperujo, para denominar a los residuos que transforman, procedentes de las ocho provincias andaluzas y de Extremadura. Las previsiones de la cosecha de la aceituna para 2000 indican que se obtendrán unos 5 millones de toneladas de aceituna, de las cuales, 4 millones son residuos. Esta cooperativa cordobesa captará aproximadamente el 25% del total de los residuos, es decir, un millón de toneladas. Los residuos reciben diversos usos, como la conversión del hueso en combustible ecológico, aunque tras la explotación de todo lo aprovechable, el residuo final se hace arder en unas calderas que producen vapor de agua que mediante una turbina y un alternador se convierte en electricidad que se vierte directamente a la red general.
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